Cada vez más se trabaja a través de medios digitales y es necesario tener habilidades tecnológicas.
Una manera de ayudar a los niños a conseguir estas metas es incorporar dispositivos con los que están familiarizados como smartphones o tablets en su ambiente educativo.
Los ordenadores de mesa están muy bien, pero no se puede usar en el bus, en el parque o en un restaurante.
Con un dispositivo móvil sí se puede. Se puede hacer eso y mucho más.
Es una revolución móbil y ya está aquí. El potencial de las aplicaciones es gigantesto y es un mercado que está creciendo día a día. Muchos colegios se van pasando al mobile learning para aprovechar las ventajas de estos dispositivos móbiles como iPads, smartphones, e-readers… Todos ellos están inundando nuestro entorno, se están convirtiendo en herramientas habituales usadas por padres, y profesores, entre otras cosas porque son fáciles de transportar y también por presupuesto.
Los nativos digitales están expuestos a una cantidad de aparatos y tecnología como nunca antes había ocurrido. Y eso tiene un efecto en la forma en que los niños aprenden. Los dispositivos con pantalla táctil como smatphones y tablets son muy fáciles de usar (más que aprender a mover un ratón) y vienen con WIFI para acceder a Internet. Además cuentan con un mercado enorme y creciente de aplicaciones muy interesantes, de todo tipo y nivel educativo.
Tradicionalmente los teléfonos móviles han tenido mala reputación en el aula, pero eso está cambiando. La educación del siglo XXI ha de ser activa, interesante y personalizada. El M-learning es una oportunidad para educadores y tan solo estamos viendo el principio de lo que puede llegar a a ser.
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